Anuario del Instituto de Historia Argentina, vol. 22, nº 1, e165, Mayo - Octubre 2022. ISSN 2314-257X
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro de Historia Argentina y Americana

Reseñas

Reseña de Torre, Juan Carlos. Diario de una temporada en el Quinto Piso: Episodios de política económica en los años de Alfonsín. Buenos Aires, Edhasa, 2021, pp. 544.

Gabriel Gerbaldo

Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba/ Instituto de Humanidades-CONICET, Argentina
Cita recomendada: Gerbaldo, G. (2022). [Revisión del libro Diario de una temporada en el Quinto Piso: Episodios de política económica en los años de Alfonsín por J. C. Torre]. Anuario del Instituto de Historia Argentina, 22(1), e165. https://doi.org/10.24215/2314257Xe165

Desde hace unos años, el interrogante sobre el concepto del Estado se transformó en un objeto de estudio de disciplinas como la sociología, la historia, la antropología y la ciencia política. En el plano historiográfico, las preocupaciones se centraron, por lo general, en analizar y explicar al aparato institucional, así como los procesos de formulación e implementación de políticas públicas. Sin entrar en los detalles de una extensa biblioteca, esto fue estimulado por una perspectiva de abordaje que propuso comprender al locus estatal como una realidad plural, de múltiples facetas, características y mecanismos de acción. Las acciones estatales se comprendieron como el resultado de iniciativas dispersas, y hasta contradictorias, de instituciones con intereses opuestos.

Conforme a esta caracterización, Juan Carlos Torre nos proporciona una obra mayúscula que resulta un enorme aporte al desarrollo de estos estudios. Se trata de un trabajo imprescindible para conocer “desde adentro” cómo funciona el estado nacional argentino, así como la dinámica del partido gobernante: la Unión Cívica Radical (UCR). Atento a la propuesta de Boholavsky y Soprano (2010), el Estado se “personaliza” a lo largo de sus líneas. Ya no es el aparato burocrático en abstracto. Son las personas, especialmente varones, que hacen y construyen diariamente aquella organización social de dominación que convenimos en llamar “Estado”.

Juan Carlos Torre es un sociólogo e historiador de lectura ineludible en temas como el peronismo y el movimiento obrero. Recientemente, junto a Elisa Pastoriza, realizaron una historia social de la Argentina moderna a través de uno de los principales balnearios del país en Mar del Plata: Un sueño de los Argentinos (Edhasa, 2019). Figura notable del desarrollo del campo científico social argentino de las últimas décadas es uno de los intelectuales más leído y citado. No obstante, su particularidad no finaliza allí, debido a que refleja la tensión del tránsito de la academia a la política.

Torre formó parte del equipo económico de Juan Vital Sourrouille durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), primero en la Secretaría de Planificación y luego en el Ministerio de Economía. El relato tiene su desarrollo en el legendario Quinto Piso del Palacio de Hacienda, donde se halla la oficina del ministro de Economía y sus colaboradores más cercanos. Sourrouille conformó un equipo con personajes de reconocida trayectoria académica como eran José Luis Machinea, Mario Brodersohn y Adolfo Canitrot que luego se sumaron Roberto Lavagna y Juan Pablo Gerchunoff. Gracias a ello, Torre fue testigo de la trastienda de los numerosos acontecimientos ocurridos durante los ochenta: las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los funcionarios norteamericanos, el vínculo del gobierno con la Confederación General del Trabajo liderada por el cervecero Saúl Ubaldini, la oposición peronista, y la compleja dinámica intrapartidaria del radicalismo. Todo ello, en el marco de una transición a la democracia asediada por las presiones hiperinflacionarias y por los efectos de los Juicios a las Juntas Militares.

El libro posee la riqueza de contener múltiples posibilidades de análisis, dados los variados aspectos, dimensiones y perspectivas que se incluyen. Cuando asumió su compromiso público, Torre decidió llevar un diario con las vicisitudes cotidianas del quehacer estatal. De esta manera, todos los días se grababa comentando los principales hitos del día, así como sus pensamientos y proyectos. Es interesante, porque a veces deja de grabarse porque le molestaba la angustia de su propia voz. En esas ocasiones, y para continuar con su empresa, Torre decidió comenzar a escribir y grabar a sus compañeros de equipo que le compartían sus diversas experiencias.

En definitiva, el libro es un registro “en caliente”. Es una narración de alguien que relata lo que vive, pero con el condimento notable del paso del tiempo y el desdoblamiento del historiador y sociólogo que observa ese proceso analíticamente. Incluye notas, grabaciones y hasta cartas con una de sus hermanas. En la trama que construye Torre, los hitos políticos como el Juicio a las Juntas, Semana Santa y las elecciones se encuentran en un considerable segundo plano. La obra es la historia de los años ochenta contada por alguien que tenía otras preocupaciones. El texto, como todo diario, se encuentra escrito en primera persona, reflejando su particular punto de vista que le permite tomar partido sobre la relación del gobierno con los sindicatos, las empresas y los partidos políticos. A lo largo de sus líneas hallamos los componentes principales de un doble fracaso: el del gobierno de la UCR y el proyecto político-económico del que el autor fue parte.

Con una serenidad y capacidad de comprensión notable, pero a la vez con una distancia afectuosa y crítica, Torre consignó los continuos debates del gobierno de Alfonsín. Lo interesante de su propuesta radica en que el sociólogo va construyendo una etnografía de la vida interior del Estado y de la cartera económica, más precisamente. De esta manera, el libro es un documento extraordinario por su capacidad para transmitir las sensaciones y tensiones ocurridas por aquellos años. A través de sus páginas se revela una cuantiosa cantidad de información que hace que su lectura deba darse en diálogo con trabajos como Sindicalismo peronista. Gobierno radical. Los años de Alfonsín de Gaudio y Thompson (1990), así como la obra de Mariana Heredia (2015) Cuando los economistas alcanzaron el poder (o cómo se gestó la confianza de los expertos).

Una de las principales sorpresas que el lector puede hallar es la persistencia de los problemas económicos de ayer que continúan vigentes hoy. En este sentido, la portada del libro es un laberinto que expresa parte de lo que uno puede hallar en la obra. Torre parece decirnos que el ejercicio de hacer política económica es una experiencia de confusión y enredos, dónde uno en ocasiones se pierde sin saber adónde se dirige. La principal dificultad que el autor demuestra fue la de convencer al resto del gobierno de la envergadura de la crisis económica. Para Torre, esa es una sensación difícil de sobrellevar que contamina sus percepciones del momento. Aquí solo me interesa destacar el mapa que describe el 23 de marzo de 1984. Torre lo llama “el inventario de la crisis”. Allí, habla de una inflación alta, un producto per cápita menor a 1970, un sistema productivo desarticulado por efectos de una política de apertura externa irresponsable, un monto considerable de justas demandas sociales postergadas, un sistema financiero orientado hacia la especulación, entre otras cuestiones. Parece un retrato de la Argentina actual o la de ayer. Es un inventario que uno puede leerlo repetidas veces desde el retorno democrático.

El relato de Torre recoge las expectativas del triunfo alfonsinista, así como permite observar, desde “adentro”, la experiencia del primer año de Alfonsín que terminó por modificar el rumbo de su gestión. Durante ese transcurso, el autor describe de manera notable las marchas y contramarchas de la negociación con el FMI. Torre parece no ocultar nada: relata los principales puntos de disputa y quienes son los actores que llevan a cabo ese proceso. Su mirada destaca los desaciertos del entonces ministro Bernardo Grispun que terminaron por materializar el desembarco del equipo de Sourrouille al Palacio de Hacienda. A partir de allí, la obra aborda temáticas que poseen una alta dosis de presentismo: el problema de la inflación, las restricciones de la deuda externa en continua negociación con el FMI y la dificultad que cuenta el equipo económico para coordinar con el resto de los ministerios su proyecto. En ese sentido, pueden hallarse los errores iniciales del Plan Austral ocurridos por esa misma falta de coordinación con el resto del gobierno que socavaron, poco a poco, los principales objetivos del programa.

Uno de los grandes actores de la obra, y de la década, es el sindicalismo sintetizado en la figura del cervecero Ubaldini. A través de sus páginas, podemos observar la enorme preocupación del equipo económico de atraer al peronismo y hacerlo partícipe de la reconstrucción democrática. Sin embargo, en esa operación, el sindicalismo presentaba demandas justas e impostergables que afectaban el programa económico. Esa tensión entre la satisfacción y la postergación de las demandas recorre gran parte de la obra.

Por último, nos permitimos realizar una digresión importante. Más allá del valor documental que posee el libro, es interesante su análisis en una perspectiva narrativa. En ese sentido, lo interesante del relato de Torre se encuentra en el particular tratamiento que se hace de la figura de Alfonsín. El entonces presidente es el principal antagonista de esta historia, obstaculizando constantemente los sueños y metas del equipo económico. Es una obra interesante que hace del líder radical ya que, no suele encontrarse un libro sobre el alfonsinismo, que este escrito por un miembro del gobierno radical que no comparte sus preceptos.

Algunos cientistas sociales se encargaron de destacar las enormes dificultades de aquella gestión y las presiones sufridas por los actores de la sociedad civil. Sin embargo, Torre relata las equivocaciones más personales del presidente. A modo de ejemplo, el autor describe la manera en que se anotician del traslado de la capital a la ciudad de Viedma. La perplejidad con la que el equipo económico tomó la propuesta resulta notable. Para Torre, se trató más bien de crear una épica que lejos estaba de tratarse de un proyecto consistente y, menos aún, de los problemas que afrontaba el panorama económico. Por el contrario, el principal héroe de esta historia es Juan Vital Sourrouille. Su figura se destaca por su valentía, honestidad, por su capacidad de pensar en los demás y perseguir sus objetivos sin importar los obstáculos. Sourrouille deja todo por su cometido, el éxito del plan económico, hasta su propia renuncia. Envuelto en un clima de desasosiego y soledad, el héroe claudica ante su antagonista.

Con una lectura amena, ligera y entretenida, el libro parece un objeto hojaldrado: a medida que avanzamos en sus diversas capas, hallamos diferentes dimensiones que dan cuenta de la complejidad última de la obra. Aquí, solo reseñamos algunas. Pero para aquellos interesados en la historia, la economía o las políticas públicas, el Diario de una temporada en el Quinto Piso: Episodios de política económica en los años de Alfonsín (2021) comporta una lectura obligatoria.

Referencias

Boholavsky, E. y Soprano, G. (2010). Un Estado con rostro humano. Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (desde 1880 a la actualidad). Buenos Aires: Prometeo-UNGS.

Gaudio, R. y Thompson, A. (1990). Sindicalismo peronista. Gobierno radical. Los años de Alfonsín. Buenos Aires: Fundación Friedrich Ebert; Folios Ediciones.

Heredia, M. (2015). Cuando los economistas alcanzaron el poder (o cómo se gestó la confianza de los expertos). Buenos Aires: Siglo XXI editores.

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