Anuario del Instituto de Historia Argentina, vol. 16, nº 1, e011, abril 2016. ISSN 2314-257X
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Historia Argentina y Americana

 

ARTÍCULOS/ARTICLES

 

Notas para una comparación de los proyectos de polos de desarrollo en la Amazonia brasilera y la Patagonia argentina

 

Gonzalo Pérez Álvarez

Universidad Nacional de la Patagonia- CONICET, Argentina
gonzaloperezalvarez@yahoo.com / gperezalvarez@gmail.com

 

Cita sugerida: Pérez Álvarez, G. (2016). Notas para una comparación de los proyectos de polos de desarrollo en la Amazonia brasilera y la Patagonia argentina. Anuario del Instituto de Historia Argentina, 16(1), e011. Recuperado de http://www.anuarioiha.fahce.unlp.edu.ar/article/view/IHAv16n1a11

 

Resumen
En este trabajo trazamos líneas de comparación entre los procesos de instalación de planes de desarrollo industrial subsidiados por el Estado nacional en dos grandes regiones de América Latina: la Amazonia brasilera y la Patagonia argentina. Ponemos en debate la noción de desarrollo, enfrentando la igualación que se había construido entre este concepto y el de crecimiento. Con ese objetivo, realizamos una lectura de los planes de desarrollo en su dimensión estructural y nos adentramos en el campo de las luchas sociales y políticas, abarcando para ello un amplio y complejo período histórico.

Palabras Claves: Desarrollo; Amazonia; Patagonia; Industrialización.

 

Notas para uma comparação dos projetos de zonas de desenvolvimento na Amazônia brasileira e a Patagônia argentina

 

Resumo
Neste trabalho, tentamos traçar linhas de comparação entre os processos de instalação de planos de desenvolvimento industrial subsidiados pelo Estado Federal em duas grandes regiões da América Latina: a Amazônia brasileira e a Patagônia argentina. Debatemos a noção de desenvolvimento, confrontando contra a equalização que foi construída entre este conceito e o de crescimento. Para isso, realizamos uma leitura dos planos de desenvolvimento em sua dimensão estrutural, entrando também no campo das lutas sociais e políticas, abrangendo para isso um período histórico amplo e complexo.

Palavras-chave: Desenvolvimento; Amazônia; Patagonia; Industrialização.

 

Notes for a comparison of the projects of development poles in the brazilian Amazonia and the argentinean Patagonia

 

Abstract
In this paper, we try to draw lines of comparison between the processes of development plans of subsidized industrial, installing by the National State in two big regions of Latin America: the brazilian Amazon and the argentinean Patagonia. We discussed the notion of development, debating against the equalization which was built between this concept and the growth. For this, we performed a reading of the development plans in its structural dimension, also entering the field of social and political struggles, covering for this a large and complex historical period.

Key words: Development; Amazonia; Patagonia; Industrialization.

 

En este trabajo pretendemos trazar algunas líneas de comparación entre los procesos de instalación de planes de desarrollo industrial subsidiados por el Estado en dos grandes regiones de América Latina: la Amazonia brasilera1 y la Patagonia argentina2.

También procuramos discutir la noción de desarrollo, enfrentando la igualación que se había construido entre este concepto y el de crecimiento. Con ese objetivo desplegamos una lectura de los planes de desarrollo en su dimensión estructural y comenzamos a adentrarnos en el campo de las luchas sociales y políticas.

La política de generar polos de desarrollo proponía la creación de industrias subsidiadas por el Estado, las cuales debían ser instaladas en regiones consideradas marginales, por estar escasamente integradas al mercado nacional. En Argentina, la Patagonia fue el centro de aplicación de esta propuesta; sus impulsores destacaron la necesidad de proteger a dicha región por sus recursos naturales, al tiempo que se intentaba descomprimir la conflictividad social de las ciudades tradicionales, en una etapa de radicalización del movimiento obrero.

Un proceso de industrialización impulsado por el Gobierno federal de Brasil es la Zona Franca de Manaus (capital del Estado de Amazonas), donde se instaló un centro ensamblador de productos electrónicos, similar al desarrollado en Ushuaia (provincia de Tierra del Fuego, en Argentina). Los estudios y planes de desarrollo formulados por el Gobierno brasileño para la Amazonia, hacen constante referencia a la necesidad de proteger una región rica en recursos naturales.

En la formulación de ambos proyectos, es evidente la matriz autoritaria y esto se refleja en el casi nulo rol que en la planificación e implantación de estos planes tuvieron las poblaciones de las regiones para las cuales fueron ideados. Por ello hablamos de "imposición".

Una matriz compartida de enclave

La condición de ser economías de enclave parece constituirse en una verdadera condena para ambas regiones: una situación instituida desde su incorporación al sistema capitalista mundial como proveedoras de materias primas de la cual aún hoy no logran salir. En una estructura económica de enclave las actividades productivas que se realizan tienen una débil o nula articulación con las demás ramas productivas de la estructura y, por ello, un escaso efecto multiplicador sobre el conjunto de la economía.

La base de su conformación siempre está controlada por estímulos externos a la región, ya sea a partir de la exportación del producto casi sin agregado de valor, o de aportes del Estado nacional. Los habitantes locales no tienen ninguna posibilidad de control sobre las determinantes claves que pueden sostener la actividad económica que garantiza la sustentabilidad regional. Por ello estos enclaves presentan una gran fragilidad, debida a su especialización extrema en determinadas producciones, y a la estricta dependencia de esos factores externos: cualquier cambio en ellos llevará a la caída de los proyectos.

Las primeras tentativas de ocupar el territorio constituido por la Amazonia brasileña son retratadas en un trabajo de Fonseca Gadelha (2002), quien sostiene que la región se incorpora desde un inicio al sistema económico mundial como un territorio siempre explotado desde "afuera". Esta conexión inicial con el mercado mundial como proveedor enteramente dependiente de una metrópolis externa es destacada por Salazar: "el modo de producción capitalista permea los inicios de la colonización y poblamiento de Amazonia, cuyo proceso puede ser genéricamente denominado de colonización y dependencia político-económica de la metrópoli"3 (Salazar, 1992:14).

La extracción del caucho generó una etapa de auge en un período muy similar, casi idéntico al marcado para la Patagonia: "la economía del caucho desde su apogeo a su caída en tiempo record 1890-1912, extendiendo sus efectos hasta la implantación de la Zona Franca de Manaus en 1967, cuyas transformaciones constituyen el núcleo de la expansión del capitalismo industrial en la Amazonía"4 (Salazar, 1992:15).

La crisis más aguda se expresó en 1920: "en el momento de la crisis del caucho en 1920, Manaus en esplendor, vivía una vigorosa expansión comercial y financiera, presentaba una incipiente industria textil y de alimentos y señalaba la formación de una superpoblación relativa"5 (Salazar, 1992: 18).

Básicamente la Zona Franca de Manaus (ZFM) vino a revertir un largo ciclo de estancamiento iniciado desde 1920, con la caída del ciclo de auge del caucho. Marcio Souza, en un fragmento citado por Albuquerque (1992), sintetiza este proceso, y su común condición de depender de un estímulo externo a la propia dinámica regional:

la Amazonia es una región acostumbrada a lo moderno (...). Cada una de las fases de la historia regional muestra la modernidad de las experiencias que se fueron sucediendo: agricultura capitalista en 1760 con el Marqués de Pombal, economía capitalista exportadora en 1890 con el caucho, y estructura industrial electrónica en 1970 con la Zona Franca de Manaus. Pero, por paradojal que pueda parecer, la región siempre se mantuvo aislada y al margen del contradictorio proceso de desarrollo del País (Albuquerque, 1992)6.

Una región siempre acoplada a la modernidad pero desde afuera, y con una conexión más directamente establecida con el mercado mundial antes que con el mercado nacional.

Para la Patagonia, y hasta la imposición del modelo de polos de desarrollo, la ganadería extensiva para la producción de lana de oveja, era la principal, y casi única, actividad productiva. Hacia fines del siglo XIX, la mayor parte de la Patagonia había sido integrada al sistema económico mundial como proveedora de este producto, a partir de la recepción del ganado ovino expulsado de la pampa húmeda por el avance de los cereales y el ganado vacuno (Bandieri, 2005).

Este proceso se produjo tras la ocupación de estos territorios, hacia 1879, por parte del Estado argentino a través de la derrota de los pueblos indígenas que la habitaban. Dicha campaña militar se denominó "conquista del desierto"7 y fue dirigida por Julio Argentino Roca, quien luego gobernaría el país durante dos mandatos presidenciales y es, hasta el presente, uno de los principales próceres de la historia nacional.

Entre 1880 y 1920, la Patagonia argentino-chilena vivió una etapa de auge económico, gracias al establecimiento de una vinculación directa con el mercado mundial como proveedora de materias primas, y por la condición de que el estrecho de Magallanes era el único paso posible entre el océano Atlántico y Pacífico, conexión clave en un mundo comercial en plena expansión. Tanto el Estado argentino como el Estado chileno no habían aún impuesto su dominio pleno sobre el territorio, y por ello fue posible constituir una región con un funcionamiento y una dinámica económica autónoma de ambos Estados, de carácter binacional (Barbería, 1995; Ibarra, 1997), cuya "capital" era la ciudad de Punta Arenas, en el extremo sur de Chile.

Esa región sin aduanas y con una densa vinculación con el comercio internacional crecía, al tiempo que grandes latifundios eran entregados por ambos Estados a capitalistas extranjeros que procedían a la ocupación de la Patagonia con el ganado ovino.

La perdurabilidad del modelo era dependiente de factores económicos y políticos externos a la región y sus habitantes. Diversos elementos se conjugaron para que esta dinámica económica cayera hacia 1919-1920: pérdida de importancia del estrecho de Magallanes por la apertura del canal de Panamá, apertura de aduanas por parte de ambos Estados nacionales implantando un mayor control institucional que perjudicó el libre movimiento de capitales en la región, y una tendencia descendente del precio de la lana en el mercado mundial por el mayor uso de fibras sintéticas.

Como vemos en todos los casos se trataba de procesos externos a la región y que no dependían de su planificación productiva local. Esto es especialmente claro en el caso de la lana, cuyo precio siempre fue formado a nivel internacional. Algo similar ocurrió con el caucho en la región amazónica, cuya cotización se derrumbó cuando los ingleses comenzaron su producción masiva y sistematizada en sus colonias del sur de Asia8.

La lana, por ejemplo, había cuadruplicado su precio durante la Primera Guerra Mundial por tratarse de un insumo clave para los uniformes de los soldados. Al terminar la guerra, los precios se derrumbaron y así, hacia 1919-1920, con la suma de los otros factores mencionados, la economía de la región comenzó un largo ciclo de estancamiento.

Específicamente desde 1920, la Patagonia inició esa etapa de estancamiento económico y demográfico, que sólo sería alterado por un modelo impuesto desde fuera. A pesar de esa situación general, aún mantenía cierta dinámica el sector comercial patagónico y algunos pequeños establecimientos industriales productores de alimentos, que abastecían al muy escaso mercado interno local, pudiendo competir con los productos del norte debido al alto costo que hasta entonces tenían los transportes. Todas esas actividades sucumbirían una vez que fuera mejorada la conexión con el mercado nacional.

También en Amazonas, existían muchas pequeñas empresas manufactureras antes de la imposición de la Zona Franca de Manaus: "establecimientos con técnicas de fabricación rudimentaria, mano de obra sin especialización y con pequeñas inversiones de capitales"9 (Salazar, 1985: 22). Si bien se trataba de empresas con muy baja producción, que sólo eran competitivas por la desconexión existente con el mercado nacional, creemos que esa base ofrecía una posibilidad diferente para sostener un modelo de desarrollo industrial que se enraizara en las experiencias, necesidades y actividades económicas tradicionales de la población local.

Esto era posible para Patagonia, y aún más para una región con una mayor dinámica como la Amazonia, donde:

Los informes estadísticos más fidedignos dan cuenta de la existencia de aproximadamente 145 industrias de esa naturaleza en Manaus, antes de la implantación de la ZFM (...) la participación de esas industrias fue sensiblemente reducida10 (Salazar, 1992:154).

Los polos de desarrollo

En lugar de ello, los Gobiernos autoritarios de distinto signo que rigieron Argentina y Brasil durante los años ´60 y ´70, prefirieron impulsar otro tipo de proyectos de industrialización subsidiada, modelos que sostenían la necesidad de una implantación desde afuera. Esas políticas de promoción industrial para las regiones que analizamos se inscriben en el marco más amplio de lo que podríamos denominar un "desarrollismo genérico" (Perrén & Pérez Álvarez, 2011), uno de los efectos de la caída de la hegemonía del liberalismo clásico tras la gran crisis mundial de 1929-30.

A partir de esa crisis ganaron peso las ideas sostenidas por un conjunto de economistas que cuestionaban la receta ortodoxa de no intervención del Estado y dejar todo liberado a la "invisible" mano del mercado. Entre esos economistas "heterodoxos" se destacó la influencia de John Maynard Keynes, cuya propuesta económica, basada en la necesidad de un Estado proactivo, que interviniese en forma directa en la economía buscando generar efectos contracíclicos, fue el sustento fundamental de las iniciativas desarrollistas. Para Keynes, el Estado debería tener la capacidad de impulsar procesos económicos contrarios a los que las dinámicas del mercado capitalista inducirían. Dentro de esa mirada general, las propuestas aquí analizadas sostenían la necesidad específica de propugnar desde el Estado el crecimiento de regiones que no eran rentables para la inversión capitalista, si es que esta era librada al libre juego del mercado (Keynes, 2005 y Kicillof, 2007).

El fortalecimiento de este programa económico sostenía, entonces, la necesidad de contar con un Estado activo, que tuviera una relevante injerencia en la planificación económica. Desde esa nueva perspectiva intervencionista, la traducción desarrollista incluyó la igualación de la tríada crecimiento-industrialización-desarrollo, sin casi poner en debate sus diferencias y complejidades, y considerando que la industrialización y el crecimiento eran sinónimos de desarrollo.

Para Latinoamérica, estas ideas avanzaron desde 1940 con el intento de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de estructurar una agenda común para los Gobiernos de la región. Se debía generar la infraestructura de transportes necesaria, energía y comunicaciones que permitiese la vinculación entre las regiones del país, hiciese factible la ocupación integral del mismo, y asegurase la plena utilización de sus recursos naturales y humanos.

El esfuerzo debía concentrarse en la instalación de polos de desarrollo, implantando en regiones periféricas de cada país, actividades dinamizadoras, las cuales, supuestamente, emitirían ondas concéntricas de crecimiento que generarían encadenamientos productivos y asegurarían la plena conformación de un mercado nacional integrado, que rompería con la situación de subdesarrollo (Perroux, 1955).

Para el caso de Brasil y Argentina, estos proyectos tenían un blanco claramente delimitado: aquellos territorios considerados subdesarrollados, aún en el marco de países considerados, a su vez, como subdesarrollados. Los casos de Amazonia y Patagonia se configuraron como particularidades específicas; ambos Estados nacionales los asimilaron como verdaderos laboratorios sociales donde estas políticas, con reminiscencias claramente keynesianas, serían experimentadas.

A su común condición de ser regiones con muy escasa densidad demográfica, sus extensos territorios, su casi nula conexión con el mercado nacional y la ausencia de industrias, se sumaban su riqueza en recursos naturales y la condición de tratarse de territorios que, real o simbólicamente, veían amenazada su soberanía nacional.

En ambos países se consolidó la imagen de la existencia de una división entre dos brasiles, o dos argentinas: uno supuestamente dinámico y abierto al mundo; el otro tradicional y anticuado (Lambert, 1967)11. La industrialización sería la herramienta clave para quebrar esa situación y garantizar la incorporación de la Amazonia y Patagonia al pleno desarrollo.

Claramente, la teoría de polos de desarrollo reproduce una visión del proceso de imposición capitalista a nivel mundial, según la cual la instauración del capitalismo no habría tenido como partes constituyentes los procesos de violencia y coerción directa, al menos no como factores explicativos claves de la dinámica social desenvuelta. Esa postura no es explicitada en las teorías a las que hacemos referencia, sin embargo, para nosotros está presente en todas ellas de forma más o menos implícita.

El capitalismo se habría impuesto a nivel mundial a partir del efecto de irradiación que generaron unos pocos polos industriales ubicados en algunas partes del planeta (Inglaterra, Países Bajos, etc.). Estos polos generaron efectos de difusión, provocando nuevas demandas y necesidades en los mercados y economías externas, induciendo la conformación de encadenamientos productivos, y diversificando e irradiando el crecimiento y la dinámica económica que se había puesto en marcha en esas ciudades.

Esos polos serían el motor original del desarrollo capitalista. El problema de la acumulación originaria de capital casi no aparece en sus trabajos, ni en las planificaciones económicas de los tecnócratas. Si en algún caso se preguntan por el origen del capitalismo, la explicación la encuentran en el aserto schumpeteriano de una camada de empresarios emprendedores (cuya carencia sería el problema de los territorios subdesarrollados), o bien, en la clave weberiana de la religión protestante y de una cultura que promovía el ahorro, la inversión y el esfuerzo productivo.

Este modelo debía ser exportado a los países subdesarrollados, donde el proceso de desarrollo capitalista mundial se repetiría, en condiciones cuasi de laboratorio, al interior de sus respectivos mercados nacionales. Como no existía esa clase emprendedora ni esa cultura dinámica, el Estado debía subsanar dicha carencia, erigiéndose en el primer motor del desarrollo capitalista. Así se generaría ese crecimiento virtuoso, merced a la irradiación de ondas concéntricas de progreso y desarrollo.

Se imponía entonces sobre esos territorios, la implantación de polos de desarrollo como medio que supuestamente llevaría al crecimiento regional, a la integración nacional y a la dinamización económica del país. Esos polos, que idealmente deberían haber fortalecido las regiones débiles funcionando en contra del dualismo, en su mayoría siguieron actuando a modo de enclaves. Las sociedades locales poco podían decidir y los programas impulsados eran enteramente dependientes de impulsos externos. La lógica con la que estas regiones se habían incorporado al mercado mundial volvía reproducirse en este nuevo ciclo.

La imposición de los proyectos

En Patagonia, el inicio formal del programa desarrollista se da en 1956, con el decreto-ley 10.991 de la autodenominada “revolución libertadora”, que eximía de impuestos las importaciones al sur del paralelo 42ºS. El impacto de esta política de franquicias se concentró en el noreste de Chubut (la región comprendida en el decreto que se encontraba más cercana a Buenos Aires, a unos 1400 km de distancia)12.

En los primeros años de la década del '60, las franquicias de importación fueron reemplazadas por la exención de impuestos a las industrias. A través de sucesivas leyes, sin ninguna participación de la población local, se dio impulso a la producción de fibras textiles sintéticas, proyecto que impedía la articulación con la producción ganadera tradicional en Patagonia: la lana de oveja (Ibarra, 1997)13.

Durante el período 1956-1960, se instalaron en Chubut 34 plantas textiles, cantidad que sólo se compara con las que se instalarían entre 1970 y 1974. Desde 1970, el flujo de radicaciones se hizo más dinámico, y entre 1970 y 1974 se pusieron en marcha 35 plantas (Altimir, 1970). Al mismo tiempo, muchas de las viejas plantas fueron cerrando ante la nueva competencia y los constantes cambios en las normativas legales. Hacia 1974, se calcula que existían 45 empresas textiles en producción, las que empleaban a alrededor de 4.300 personas (Beccaria, 1983).

Así, los diferentes Gobiernos de facto asignaron recursos para el montaje de una infraestructura que facilitara la ocupación civil de las "nuevas provincias" (Ibarra, 1997). Esa política proponía la creación de centros industriales que irradiarían "progreso" hacia las regiones cercanas al polo originario, superando así la dificultad para generar un desarrollo homogéneo de las regiones atrasadas. Esta formulación igualaba industrialización, crecimiento y desarrollo, y esa proyección se hacía posible merced al aporte de un factor exógeno14 (en este caso, la intervención del Estado subsidiando inversiones privadas).

En 1971, se creó formalmente un parque industrial en Trelew. Las tareas de infraestructura fueron aportadas por las diversas instancias del Estado, ya sea nacional, provincial o municipal, realizando una constante transferencia de recursos a los empresarios privados. Hacia 1973, la rama textil de Chubut ocupaba el segundo puesto a nivel nacional en varios rubros15 y, en 1975, el noreste provincial originaba el 70% de la producción industrial provincial, en contraste con el 36% que generaba en 1970 (Gatica, 1998).

También en 1971 se adjudicó a ALUAR (Aluminio Argentino S.A.) el proyecto de una empresa productora de aluminio primario, la única de su tipo en el país, que se instalaría en Puerto Madryn. Allí también la inversión fundamental fue aportada por el Estado. La evaluación del conjunto de inversiones ejecutadas para instalar ALUAR demostró que “el sector público aportaba más del 84% del capital de ALUAR” (Rougier, 2011:356).

Un proceso similar se vivió en el territorio de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina. Hasta avanzada la década del '60, su única actividad económica era la producción ganadera (ovinos para producción de carne y lana). Por esos años, se inició una escasa operatoria extractiva de petróleo y gas (Gómez Lende, 2007). La realidad se modificó rápidamente a partir de mayo de 1972, cuando se sancionó el decreto-ley N°19.640, estableciendo un régimen fiscal y aduanero especial. Los incentivos se basaron en promover la instalación de plantas ensambladoras de productos electrónicos, con gran similitud al proceso implantado en Manaus, por el Gobierno brasileño (Mussi y Rodríguez Cybulski, 2011).

Varios trabajos sintetizan el proceso de desarrollo de la ZFM por parte del Estado Federal de Brasil. Araujo Filho (2005) muestra que la ZFM tiene su origen en la Ley N° 3.173, de julio de 1957, reglamentada por el Decreto N°47.757, de febrero de 1960. Tenía como objetivo, el almacenamiento, depósito, resguardo, conservación, recepción y exportación de mercaderías, artículos y productos de cualquier naturaleza, provenientes del extranjero o destinados al consumo interno de Amazonia (Puga Ferreira e Botelho, 2014).

Este proyecto inicial no tuvo el impacto esperado, generando únicamente un puerto libre de impuestos. Por eso la ZFM fue reestructurada por el decreto-ley N°288/67 (durante el Gobierno dictatorial), impulsando la implantación de industrias a través de la concesión de treinta años de exenciones impositivas en la Amazonia Occidental. El primer artículo de dicho decreto sostiene que:

La Zona Franca de Manaus es un área de libre comercio de importación y exportación y de incentivos fiscales especiales, establecida con la finalidad de crear, en el interior de Amazonia, un centro industrial, comercial y agropecuario dotado de condiciones económicas que permitan su desarrollo, ante los factores locales y la gran distancia en que se encuentra con los centros consumidores de sus productos16 (Decreto-Lei N°288, Art. 1).

El modelo de la ZFM concedía incentivos a partir de la exención de los impuestos de importación y productos industrializados (federales), circulación de productos y servicios (estaduales), y sobre servicios de cualquier naturaleza (municipales). Como vemos, los tres niveles de Gobierno aseguraban este programa, subsidiando a las empresas que se instalaban a su amparo. Así, " se instala en Manaus un parque industrial moderno, de montaje de aparatos electrónicos, sin incorporar materias primas locales, regionales y ni siquiera nacionales..."17 (Salazar, 1985:11).

El mismo fue implantado en el marco de las transformaciones que se produjeron entre 1967 y 1973, con el llamado "Milagre Econômico" y sus altas tasas de crecimiento; sin embargo, ese "milagro" fue para pocos. Sonia Draibe muestra que el 40% más pobre de la población conseguía el 15,8% de la renta total en 1960, el 13,3 en 1970 y apenas el 10,4 en 1980. Mientras tanto el 10% más rico pasaba del 34,6 al 42,3 y al 46,7%, respectivamente (Draibe, 1994: 300). El crecimiento económico no se correspondía, así, con el declamado desarrollo social. La artificial igualación del crecimiento y la industrialización con el desarrollo, comenzaba a demostrar sus engaños18.

En 1970, se conforma el distrito industrial de Manaus, a sólo 6 km del centro de la ciudad. Las tierras son vendidas a precios irrisorios a las grandes empresas,

dotadas de un sistema vial completo, instalaciones de agua, cloacas, iluminación, energía eléctrica, télex y recolección de basura, el Distrito Industrial se transformó en una práctica gubernamental de concesión de inconmensurables beneficios de infraestructura a precios altamente subsidiados19 (Salazar, 1985:24).

El trabajo Brasil realidade e desenvolvimento (1977), realizado por un equipo de la Escola Superior de Guerra (ESG), el Ministério do Planejamento (IPEA), la Fundação Getulio Vargas, y coordinado por Luiz Wiedemann, sintetiza la visión oficial que se construía sobre este proceso desde la dictadura militar y la perspectiva de desarrollo de la que era tributaria. Para ellos, la instalación de industrias haría posible el crecimiento y éste, a su vez, el desarrollo integral, en sucesivos pasos que seguirían la misma evolución de los procesos clásicos de industrialización: "Es importante por eso, considerar el proceso de desarrollo industrial como un sinónimo de progreso económico (...) el desarrollo industrial se confunde con el propio desarrollo económico"20 (Wiedemann, 1977:251). Uno de los más célebres exponentes de esta perspectiva mecanicista, W. W. Rostow21, es citado como autoridad.

La industrialización es acelerada. Para 1977, se habían instalado en Manaus "136 empresas con creación de más de 32.000 empleos"22 (Salazar, 1992: 20). En 1984, ya se contaban al menos 248 proyectos industriales, con 51.990 empleados, mientras se encontraban en instalación 80 nuevas empresas, todas "íntegramente dependientes de materias primas importadas del exterior" (...) no se establece ninguna ligación con las economías de la región. Se trata pues de una industrialización artificial"23 (Salazar, 1985:24-27). En un proceso similar al patagónico, las fábricas textiles que se instalaron "procesaban fibras sintéticas y no fibras vegetales, como se podría suponer"24 (Salazar, 1992:155) en una región rica en recursos de ese origen.

Esa proyectada integración de Amazonia al mercado nacional en verdad se realizó en un marco donde la economía de Brasil se subsumía aún más a la dominación imperial, a partir de la puesta en marcha del proyecto de la dictadura brasileña. De esta forma, la Amazonia continuó su relación más directa con el mercado mundial, a partir de la instalación de empresas multinacionales, que hicieron uso de la mano de obra regional a bajo precio, de la posibilidad de usufructuar abundantes subsidios estatales, y aprovecharon un vasto mercado interno en crecimiento y de carácter casi cautivo. Como bien sostiene Salazar "el proceso de industrialización se articulaba estrechamente a las necesidades del capitalismo internacional"25 (1992: 24). De hecho, se conectaba mucho mejor con los intereses de las grandes empresas multinacionales que con los del pueblo brasileño o el pueblo de Amazonas.

Algunos efectos ¿deseados?

Una de las consecuencias lógicas de la instalación de estas industrias fue el rápido crecimiento demográfico. En Tierra del Fuego, la liberación de aranceles al comercio exterior y la eximición del pago de tributos, promovieron la instalación de industrias y generaron el veloz aumento de la población, que pasó de apenas 7 mil habitantes en 1960, a más de 100 mil en 2001 (Schorr & Porcelli, 2014; Grigera, 2011).

En Chubut, el departamento Rawson duplicó su población entre 1960 y 1970, y volvió a duplicarla entre 1970 y 1980. La población en el departamento Biedma se triplicó entre 1970 y 1980, y volvió a duplicarse hacia 1991. Este crecimiento estuvo directamente relacionado con la oferta laboral que generó la industrialización subsidiada, planteándose también severos problemas urbanos, especialmente en torno a la provisión de viviendas familiares.

A pesar que los proyectos de planeamiento postulaban la necesidad del poblamiento integral de la Patagonia, las políticas estimularon el despoblamiento de la región central y cordillerana, y la concentración de población en la zona costera. Este proceso fue general en toda la Patagonia Sur, pero se hizo especialmente evidente en la provincia de Chubut, que tuvo el mayor crecimiento industrial (ver Hermosilla Rivera, 2013).

El siguiente cuadro evidencia la correlación entre el despoblamiento de la meseta central de Chubut, la migración hacia las ciudades de la costa, y la concentración del producto bruto geográfico en la zona urbanizada, proceso que ya estaba en curso hacia 1960, y se profundizó desde 1970 a partir de la puesta en práctica de las orientaciones generales del programa desarrollista:

Tabla 1. Población y PBG: Distribución porcentual por zonas según Censos Nacionales


Censos – Población


P.B.G.

ZONAS

1960

1970

1980

1991


1960

1970

1980

1991

Cordillera

28.8

24.3

18.4

16.3


15.4

12.0

10.9

7.4

Central

10.2

8.2

5.4

3.7


5.5

3.5

3.6

2.5

Costa

62.0

67.5

76.2

80.0


79.1

82.5

85.5

90.0

Fuente: Irusta & Rodríguez (1993).

Para el caso de Amazonas, los procesos son semejantes, aunque con cifras poblacionales más impresionantes y, por ello, con impactos sociales más fuertes en términos de problemas urbanos y sociales. En 1960, Manaus contaba con 173 mil habitantes; para 1970, con un 79% de aumento, ya presentaba 311 mil, y para 1980, 640 mil, con un incremento del 104%.

Los problemas de vivienda para los migrantes que llegaron a Manaus atraídos por la oferta laboral en expansión, no tardaron en hacerse presentes (De Souza, 2003). Al igual que en la Patagonia, la instalación de industrias subsidiadas transformó a Manaus. Para 2010, esta ciudad ya contaba con una población cercana a los dos millones de habitantes (Puga Ferreira e Botelho, 2014).

La ciudad, que hasta la implantación de la ZFM era dependiente del comercio con el interior de Amazonas26, adquirió una dimensión tal, que el interior pasó a depender de ella, concentrando el 90% de la economía amazonense (Puga Ferreira e Botelho, 2014). Es el único municipio del Estado de Amazonas con un índice de desarrollo humano considerado alto (Bomfim e Botelho, 2009). Esto, en un contexto donde ninguno llega al estándar de muy alto, y la mayoría está ubicado entre los parámetros de bajo y muy bajo.

La población llegada a la ciudad era proveniente del interior del mismo Estado de Amazonas y de otros Estados cercanos. Se generó así, un proceso similar al patagónico, con el despoblamiento del interior amazónico y la concentración en el centro urbano. Esto provocó la superpoblación de las periferias pobres, las cuales no contaban con condiciones mínimas de infraestructura urbana (servicios, transportes, educación y salud) que el Estado, en sus diversos niveles, sí había provisto para la instalación de las industrias.

El cambio en la centralidad económica que ahora tomaba Manaus, también se evidenciaba en el proceso demográfico: "la tasa media de crecimiento de la población del interior entre 1890-1900, fue de 6,21 y la de la Capital fue de 2,65. Entre 1960-1970 la tasa del interior cayó hasta el 1,87 y la tasa de la Capital superó el 6,02"27 (Salazar, 1992:19).

Casi en paralelo con la implementación de la ZFM, fue desalojada en forma violenta, por orden del Gobierno federal, la llamada "ciudad flotante", un conjunto de viviendas populares construidas sobre palafitos en el ingreso al puerto de Manaus (Salazar, 1985). Los habitantes expulsados y sin acceso a nuevas viviendas, fueron los organizadores de movimientos de ocupaciones, que "dieron a la ciudad una nueva configuración de villas miserias que luego de los años '70 proliferarían de manera impresionante"28 (Salazar, 1985: 124). Así, la ciudad pasaba a tener como rasgo clave, la multiplicación de ocupaciones, con graves problemas de salud y condiciones de hábitat: "Antes de la ZFM, Manaus no conocía los problemas de las villas miserias urbanas, entendidas, "stricto sensu", como invasión de terrenos"29 (Salazar, 1985: 43).

En diversas zonas de la ciudad comenzaron a surgir ocupaciones irregulares, formando nuevos barrios populares (Pereira da Costa & Aldemir de Oliveira, 2007). Las tomas de tierras fueron más comunes durante la década del '80, con el desarrollo de organizaciones que impulsaron más de 35 nuevas ocupaciones, realizadas de manera ilegal, pero aceptadas informalmente por el Estado, el cual no ofrecía otra resolución al problema de la vivienda para los trabajadores que arribaban a la ZFM (Batista Santos, 2009).

Este proceso generó reclamos y hasta nuevos proyectos de planificación que buscaban volver atrás el proceso de concentración poblacional provocado por la ZFM: "la protesta de los alcaldes del interior con relación a los problemas de los efectos de la ZFM para sus municipios fue general (...) En la esfera estatal y municipal fueron creados programas de incentivos al retorno del hombre rural a su hábitat"30 (Salazar, 1985:36).

Sin embargo, no se logró modificar la centralidad del proceso, concretándose: "el desencadenamiento del proceso emigratorio del interior para la capital con la llegada de la ZFM, caracteriza dos realidades palpables: el vaciamiento del interior y la hinchazón de Manaus"31 (Salazar, 1992:100)

La conclusión que Denis Mahar destaca para el caso amazónico se hace evidentemente extensible al proceso de la Patagonia: "Con base en esos movimientos demográficos, parece claro que Manaus actuó más como "polo de atracción" que como "polo de irradiación" desde la creación de la ZFM"32 (Mahar, 1978:192-193). Es claro que por el tipo de planificación generada, dependiente de insumos importados y sin articulaciones con las materias primas o las producciones tradicionales de las regiones donde esas industrias fueron implantadas: "los efectos de irradiación del polo para el interior del Estado no sucedieron de ninguna manera. Ni podrían haber sucedido"33 (Salazar, 1992:89).

En los dos casos se observa un vaciamiento del interior rural y un fuerte proceso de privatización y concentración de las tierras, que obliga a los pequeños propietarios (en general con tenencias precarias o simple posesión), a emigrar hacia las ciudades, donde pasarían a ser mano de obra, disponible y barata, para los proyectos de industrialización subsidiada.

En los años '70: "las tierras del Amazonas Medio pasan por un proceso acelerado de privatización. El Estado, en la percepción de los pequeños propietarios, aparece como aliado de los grandes, de los ricos y poderosos (...) A esos procesos de confiscación de medios de vida y producción, le sigue la destrucción de villas y chozas (...) anteriormente ocupadas por indígenas y pequeños propietarios"34 (Salazar, 1992:72). Para el caso patagónico, un proceso casi idéntico es demostrado por Troncoso (2011), mientras que en otros trabajos hemos señalado que este proceso de despoblamiento de la región rural fue planificado por el Estado (especialmente para Chubut; ver Altimir, 1970, trabajado en Pérez Álvarez, 2015).

Asimismo, estos procesos hicieron desaparecer la relativa autonomía de estas regiones y su capacidad de autoabastecerse de productos alimentarios a través de la producción local. La mayor conexión con los respectivos mercados nacionales incrementó la competencia con las grandes fábricas, las cuales, a través de diversas estrategias de mercado, llevaron al cierre de casi todas las empresas locales. La dependencia de productos externos modificó las pautas de consumo y, en muchos casos, encareció el costo de vida: "destruido casi toda la agricultura indígena, logrando que la importación de alimentos llegue a valores y volúmenes astronómicos"35 (Salazar, 1992:81).

Por razones de extensión y selección temática no exploramos en este artículo los efectos sobre la mano de obra. Sin embargo, dejamos esbozados dos elementos: si bien se generaron miles de puestos laborales, ellos se concentraron en la utilización de: "mano de obra barata y descalificada"36 (Salazar, 1992:27), con escasas tradiciones, y experiencias sindicales y urbanas que transitaron un traumático proceso de obligado acostumbramiento a nuevas formas y ritmos de trabajo, sufriendo una mayor explotación de su capacidad productiva (Pérez Álvarez, 2013).

En términos de los efectos, es muy interesante esta conclusión del estudio de Salazar sobre la clase obrera de la ZFM: "Quien tiende a utilizar en mayor cantidad una mano de obra no calificada son las empresas incentivadas (...) trasladando a la región las fases del proceso productivo que son intensivas en la utilización de mano de obra no calificada (...) las empresas tradicionales de la región presentan mejor distribución salarial que las incentivadas"37 (Salazar, 1985:41).

A la inversa de las promesas de los planificadores industrialistas, que aseguraban puestos de trabajo con altos salarios, estabilidad y posibilidad de mejorar sus condiciones de vida, las empresas incentivadas, en muchos casos, generaron condiciones de contratación y trabajo más precarias e insalubres que las empresas tradicionales. En el caso de Patagonia, debido a la mayor escasez de mano de obra, las condiciones laborales en general fueron mejores, y contaron con salarios que solían estar por encima de la media nacional. Sin embargo, las condiciones de vida de los trabajadores estuvieron muy lejos del paraíso de progreso ilimitado prometido (Pérez Álvarez, 2013).

A modo de reflexiones finales:

Vimos que es posible trazar diversas líneas de análisis comparativo entre la historia de la Amazonia brasileña y la Patagonia argentina, tanto en su pasado más reciente como en su evolución histórica general. Dentro de esos rasgos en común, los planes de industrialización subsidiada presentan elementos de especial interés para analizar la actual situación de ambas regiones, la conformación estructural de nuestros países, la forma en que se configura su estructura socioeconómica, y las necesarias discusiones con las teorías más difundidas acerca del desarrollo e industrialización en regiones consideradas periféricas, atrasadas o subdesarrolladas.

Según esos postulados, la implantación de industrias generaría crecimiento económico y éste garantizaría, a su vez, el desarrollo integral de la región y su conexión plena con el mercado del país. Así se lograría la ansiada integración nacional, se eliminarían las desigualdades propias de esa supuesta sociedad dual, y ambos países dejarían de estructurarse en torno a un centro rico y periferias pobres.

Claramente, este proceso no dio los frutos prometidos. Únicamente se hizo realidad el crecimiento demográfico de los centros urbanos receptores de la industrialización. Pero el mismo se produjo al costo del virtual despoblamiento del interior rural, tanto del centro y cordillera de la Patagonia, como del área rural amazonense.

La división entre centro y periferia, y la condición de enclave de las actividades económicas promovidas en estas regiones, no sólo no lograron ser canceladas, sino que fueron acentuadas; esto es así aún para la perspectiva teórica que considera que en nuestros países existe una sociedad dual. Siguiendo a Stavenhagen (1981), creemos que en verdad existe una única formación socioeconómica, en la cual las regiones supuestamente atrasadas aportan recursos indispensables para el progreso de las regiones ricas.

La dependencia estructural de estas regiones fue profundizada por los programas desarrollistas. Por ello, nos resulta interesante la propuesta de recuperar el concepto de colonialismo interno para reflexionar sobre la relación entre estos territorios y los centros de desarrollo capitalista:

Las regiones subdesarrolladas de nuestros países hacen las veces de colonias internas, y en vez de plantear la situación en los países de América Latina en términos de "sociedad dual" convendría más plantearla en términos de colonialismo interno (Stavenhagen, 1981).

La misma preocupación es formulada por Salazar (1992: 53), quien reivindica la enunciación original del concepto, realizada por Pablo González Casanova (1963).

En contraste con la caída de la promoción industrial en Chubut desde los años '90, y el estancamiento de Tierra del Fuego, la ZFM mantuvo una continuidad que la diferencia de los proyectos en la Patagonia. Creemos que una de las causas es el bajo precio de la fuerza de trabajo en la región amazónica, que en muchos casos, aun en la actualidad, lleva a que las empresas opten por no realizar nuevas inversiones, sosteniendo métodos intensivos en mano de obra (Puga Ferreira e Botelho, 2014).

A modo de hipótesis, creemos que la economía de Amazonas no sólo sigue siendo de enclave y proveedora de materias primas, sino que hoy, esa materia prima exportada, es el bajo costo de su mano de obra, en una línea de continuidad entre su historia antigua y reciente:

Los indígenas siempre fueron considerados como una "mercancía del sertão". Pero ellos constituían una mercancía especial, porque eran los únicos capaces de producir otras mercancías" (1992: 47); "los bajos costos unitarios de la mano de obra operaron como factor clave de esa articulación con el capital internacional38 (Salazar, 1992:87).

La Patagonia, por su parte, sigue integrándose al mercado mundial como proveedora de recursos petroleros, pesqueros y minerales. Mucha de su producción industrial, es una exportación de recursos naturales encubierta: el caso más evidente es el de la producción de aluminio primario, "una forma de energía en barras, por efecto de las grandes cantidades de energía eléctrica que son consumidas"39 (Murgel Branco, 1992:85).

Una última reflexión merecen los efectos sociales que aquí relevamos, muchos de ellos contrarios a lo que se formulaba en las planificaciones estatales. Creemos que no fueron resultados contradictorios, sino las lógicas consecuencias de proyectos que se construyeron para garantizar una alta tasa de ganancia a las empresas que se instalasen en esas regiones. Los intereses y condiciones de vida de los trabajadores no constituían una variable relevante para los planificadores. Tampoco lo era el desarrollo integral, autónomo y sustentable de estos territorios.

Pero al mismo tiempo, es fundamental destacar que la instalación de industrias generó un aprendizaje y una organización empresarial propiciados por las empresas promovidas que se radicaron en ambas regiones. Miles de trabajadores, que se especializaron y aprendieron técnicas y procedimientos de tecnología media o avanzada. Esos avances deben tenerse en cuenta como punto de base para pensar nuevos procesos de desarrollo, que no repitan los errores del pasado y partan del piso de experiencias ya construido.

Salazar formula así su lectura final sobre los resultados que habría generado la ZFM: "En verdad, no estamos afirmando aquí que la Zona Franca de Manaus no trajo beneficios para nadie. Solamente demostramos que ella no los trajo para la mayor parte de la población"40 (Salazar, 1992: 125). Nuestras investigaciones muestran que para la Patagonia podría formularse una conclusión muy semejante: los beneficios no llegaron a la mayor parte de la población. Se tratará, entonces, de construir otros proyectos de desarrollo, que busquen beneficiar a las mayorías populares, que se edifiquen desde las poblaciones locales y con amplios procesos de participación.

Los habitantes de estas regiones han consolidado un proceso de acumulación de conocimiento organizacional y productivo, y de experiencias concretas de trabajo, que serán un insumo clave para el diseño de estos nuevos proyectos, que ya no deben ser impuestos de arriba hacia abajo, sino edificados desde sus genuinas bases. Ese es, en parte, el desafío que tiene por delante una nueva generación de investigadores.

 
Notas

1 Más allá de los diversos debates sobre la Amazonia legal, la Amazonia internacional, y otras posibles regionalizaciones, trabajamos aquí específicamente sobre la Amazonia Occidental (Estados de Amazonas, Acre, Rondônia e Roraima), delimitando un territorio de 2.185.202.2 km2 que corresponde al 56,7% de la región norte de Brasil, y al 25,7% del territorio brasileño total.

2 De acuerdo a la división instituida según diversas legislaciones, se entiende por Patagonia Argentina a las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Sin embargo, en este artículo hacemos hincapié en la Patagonia Sur, donde se agrupan las últimas tres provincias, que cuentan, entendemos, con mayores rasgos en común y con una condición de aislamiento más marcado hasta la puesta en marcha de los proyectos a los que aquí hacemos referencia.

3 "o modo de produção capitalista permeia os primórdios da colonização e povoamento do Amazonas, cujo processo pode ser genericamente denominado de colonização e dependência político-econômica da metrópole" (traducción propia).

4 "a economia da borracha do apogeu ao declínio em tempo recorde, 1890-1912, estendendo seus efeitos até a implantação da Zona Franca de Manaus em 1967, cujas transformações constituem o âmago da expansão do capitalismo industrial no Amazonas" (traducción propia).

5 "no momento da crise da borracha em 1920, Manaus em esplendor, vivia uma vigorosa expansão comercial e financeira, detinha uma incipiente indústria têxtil e de alimentos e sinalizava a formação de uma superpopulação relativa" (traducción propia).

6 "a Amazônia é uma região acostumada com o moderno (...). Cada uma das fases da história regional mostra a modernidade das experiências que foram se sucedendo: agricultura capitalista em 1760 com o Marquês de Pombal, economia capitalista exportadora em 1890 com a borracha, e estrutura industrial eletroeletrônica em 1970 com a Zona Franca de Manaus. Mas, por paradoxal que possa parecer, a região sempre se manteve isolada e à margem do contraditório processo de desenvolvimento do País" (traducción propia).

7 La operación ideológica de nominar como "desierto" a las tierras conquistadas, buscaba construir la noción de que las mismas no estaban habitadas, o bien, que aquellos que hasta allí las habitaban no eran "civilizados". La "conquista del desierto" sería el avance de la civilización sobre la "barbarie", en clave sarmientina. El doble carácter de la palabra desierto (como ámbito geográfico supuestamente improductivo y como espacio sin población), legitimaba la ocupación militar de esas tierras por parte del Estado nacional. La conquista militar se realizó a sangre y fuego, con la formación de campos de concentración y la esclavización de indígenas (en especial mujeres y niños) en favor de las familias más adineradas (Delrio, 2005).

8 "En 1919, Brasil, que había disfrutado del virtual monopolio del caucho, sólo abastecía la octava parte del consumo mundial. Medio siglo después, Brasil compra en el extranjero más de la mitad de caucho que necesita" (Galeano, 2004: 120).

9 "estabelecimentos com técnicas de fabricação rudimentar, mão-de-obra sem qualquer especialização e com pequenas inversões de capitais" (traducción propia).

10 "As informações estadísticas mais fidedignas dão conta da existência de aproximadamente 145 indústrias dessa natureza em Manaus, antes da implantação da ZFM (...) a participação dessas industrias foi sensivelmente reduzida" (traducción propia).

11 "...uma evoluída e outra arcaica, que podem ser muito diferentes e que tanto mais se diferenciam quanto a difusão do progresso técnico é mais rápida e menos geral; essa modalidade de atraso e de avanço cultural é habitualmente designada pelo nome de "sociedade dualista" (Lambert, 1967: 66).

12 Subregión integrada por los departamentos administrativos de Rawson y Biedma, en el norte de Chubut. Fue la zona con mayor desarrollo industrial, en las ciudades de Trelew, Rawson y Puerto Madryn, que se constituyeron como los centros receptores de inversión. Eran los puntos más cercanos al límite norte habilitado, expresando así la lógica expectativa de los empresarios privados de conseguir ganancias a corto plazo. La gran extensión patagónica seguiría sumida en la producción ganadera ovina.

13 Ibarra explica que el proyecto original planteaba la instalación de un polo petroquímico en la ciudad de Comodoro Rivadavia (región productora de petróleo), que debía producir las fibras sintéticas que procesaría el polo de Trelew. Al no instrumentarse el polo petroquímico, el parque industrial textil se constituyó en un enclave sin encadenamientos productivos en la región.

14 Ver Coraggio (1972). Para abordar los debates actuales sobre la(s) teoría(s) del desarrollo, Vidal y Guillén, (2008) y Ornelas Delgado (2012).

15 Aunque era un segundo lugar muy alejado del centro textil tradicional: Chubut ocupaba el segundo puesto en producción de medias (15%, contra un 83% del área metropolitana), tejido de punto (11% contra un 81%) e hilado de fibras textiles (6,4% contra un 76%). Datos de Cimillo (1985:12-13).

16 "A Zona Franca de Manaus é uma área de livre comércio de importação e exportação e de incentivos fiscais especiais, estabelecida com a finalidade de criar, no interior da Amazônia, um centro industrial, comercial e agropecuário dotado de condições econômicas que permitam seu desenvolvimento, em face dos fatores locais e da grande distância em que se encontra dos centros consumidores de seus produtos" (traducción propia).

17 "instala-se em Manaus um parque industrial moderno, de montagem de aparelhos eletrônicos, sem qualquer absorção de matérias primas locais, regionais e nem mesmo nacionais..." (traducción propia).

18 Igualación que ya había sido discutida por diversos intelectuales. Ver, por ejemplo, el señero caso de Caio Prado Jr. (1959).

19 "dotadas de um sistema viário completo, instalações de água, esgoto, iluminação, energia elétrica, telex e coleta de lixo, o D.I. transformou-se numa prática governamental de concessão de incomensuráveis benefícios de infra-estrutura a preços altamente subsidiados" (traducción propia).

20 "É importante por isso, considerar o processo de desenvolvimento industrial como um sinônimo de progresso econômico (...) o desenvolvimento industrial confunde-se com o próprio desenvolvimento econômico" (traducción propia).

21 Así sintetiza su trayectoria el portal Wikipedia: "economista Estadounidense y político conocido por su oposición al comunismo creyente en eficacia del capitalismo y la libre empresa. Consejero de Seguridad Nacional del Presidente Lyndon Johnson" (http://es.wikipedia.org/wiki/Walter_Whitman_Rostow). Para no dejar dudas sobre su rol político, su principal obra se titula: Etapas do desenvolvimento econômico: um manifesto não comunista (Rio de Janeiro, Zahar, 1971).

22 "136 empresas com geração de mais de 32.000 empregos" (traducción propia).

23 "inteiramente dependentes de matérias-primas importadas do exterior" (...) não se estabelece nenhuma ligação com as economias da região. Trata-se pois de uma industrialização artificial" (traducción propia).

24 "processavam fibras sintética e não fibra vegetais, como se poderia supor" (traducción propia).

25 "o processo de industrialização articulava-se estreitamente às necessidades do capitalismo internacional" (traducción propia).

26 Era un centro comercial concentrador de los productos, especialmente de recursos naturales de su hinterland. En este sentido cumplía una función similar a la que tenía Trelew para con la provincia de Chubut, desde la puesta en marcha del Ferrocarril Central Patagónico, en 1886, hasta la implantación del modelo de polo de desarrollo en la década del '60.

27 "a taxa media de crescimento da população do interior entre 1890-1900, foi de 6,21 e a da Capital de 2,65. Entre 1960-1970 a taxa do interior cai para 1,87 e a da Capital sobre para 6,02" (traducción propia).

28 "emprestaram à cidade a nova configuração de favelas que no decorrer dos anos pós-70 iriam proliferar de maneira assustadora" (traducción propia).

29 "Antes da ZFM, Manaus não conhecia os problemas de favelas urbanas, entendidas essas, "stricto sensu", como invasão de terrenos" (traducción propia).

30 "a grita dos prefeitos do interior com relação a nocividade dos efeitos da ZFM para seus municípios foi geral (...) Na esfera estadual e municipal foram criados programas de incentivos ao retorno do homem rural ao seu habitat" (traducción propia).

31 "o desencadeamento do processo emigratório do interior para a capital com o advento da ZFM, caracteriza duas realidades palpáveis: o esvaziamento do interior e o inchaço de Manaus" (traducción propia).

32 "Com base nesses movimentos demográficos, parece claro que Manaus atuou mais como "pólo de atração" do que como "pólo de irradiação" desde a criação da ZFM" (traducción propia).

33 "os efeitos de irradiação do pólo para o interior do Estado não aconteceram absolutamente. Nem poderiam acontecer" (traducción propia).

34 "as terras de Médio Amazonas passam por um processo acelerado de privatização. O Estado, na percepção dos posseiros, aparece como aliado dos grandes, dos ricos e poderosos (...) A esses processos de confisco de meios de vida e produção, seguem-se a destruição de rocas e moradias (...) anteriormente ocupadas por índios e posseiros" (traducción propia).

35 "destruído quase toda a agricultura indígena, fazendo com que a pauta de importação de alimentos assuma valores e volumes astronômicos" (traducción propia).

36 "mão-de-obra barata e desqualificada" (traducción propia).

37 "Quem tende a utilizar em maior quantidade uma mão-de-obra não qualificada são as empresas incentivadas (...) deslocando para a região aquelas fases do processo produtivo que são intensivas na utilização de mão-de-obra não qualificada (...) as tradicionais empresas da região apresentam melhor distribuição salarial que as incentivadas" (traducción propia).

38 Os índios sempre foram considerados como uma "droga do sertão". Mas eles constituíam uma "droga" especial, porque eram os únicos capazes de produzir outras drogas" (...) "os baixos custos unitários da mão-de-obra operam como fator preponderante dessa articulação com o capital internacional (traducción propia).

39 "uma forma de energia em barras, por causa das grandes quantidades de energia elétrica que são consumidas" (traducción propia).

40 "Na verdade, não estamos afirmando aqui que a Zona Franca de Manaus não trouxe benefícios para ninguém. Demonstramos apenas que ela não os trouxe para a maior parte da população" (traducción propia).

 
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Fecha de recibido: 26 de agosto de 2015.
Fecha de aceptado: 1 de marzo de 2016.
Fecha de publicado: 23 de mayo de 2016.

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